-¿Quién ha apagado la luz? ¿dónde os habéis metido todos? -se agobiaba el Bic Azul mientras la goma de borrar presionaba con fuerza la tapa de este con la intención de despertar las carcajadas del resto de compañeros que se encontraban en el aula en ese momento.
-¡Siempre estás igual!- contestó Milan ante las reiterativas quejas del boli azul- si total, para el 2030 tu papel será más inútil que copiar quinientas veces 'no molestaré a mis compañeros'.
De pronto sonaron las carcajadas que provenian desde todos los puntos del aula, y que a su vez, conmicionaba al bolígrafo azul desubicado, aun con la tapa obstruyendo el rostro.
-¡Envidioso! te molesta que todavía tenga un papel relevante en la educación mientras que a ti, gomita de borrar, solo te usan para calzar las mesas -contestó enfurecido mientras la tapa que cubría su cara salía disparada hacia el fondo de la sala -Además, siempre recurrís a mí cuando la corriente nos abandona. A esto no tienes nada que decir, ¿verdad PC?
-A mi dejadme tranquilo, que para la edad que tenéis, parecéis los chiquillos de clase -contestaba ante la llamada de atención que despertó Bic al lanzar la tapa hacia el fondo de la sala interrumpiendo la instalación de aplicaciones del mismo ordenador.
-Lo que le pasa a Milan es que teme perder toda su utilidad en este aula, como ahora solo la usan para borrar los dibujos pintados en los pupitres...
-¡Cabezón! ¡Pues tú tampoco valdrás nada, los humanos escribirán a máquina! -contestó con saña Milan.
-¡Ya está bien niños! -ordenó el computador desde su atril en el fondo de la habitación- Ninguno de los dos es inútil y nadie va a verse olvidado en la clase a la hora de trabajar con los chiquillos. Bic, ¿acaso ves preocupada a tu hermana Roja? Sabemos que su uso es para corregir los errores y, por lo tanto, va a ser útil en ciertas ocasiones, pero es consciente de que tiene que dejar paso a nuevos compañeros que tienen muchas ventajas nuevas que aportar.
-Como el proyector -dice pizarra desde lo alto del tabique.
-¡Exacto! -exclama PC- Fíjate en la relación tan estrecha que tienen la pizarra y el proyector: pues cuando la función de uno se ve obsoleta, aparece el otro y se encarga de suplir sus carencias. Lo mismo deberíamos hacer tú y yo, pues el papel también va a gozar de un rol importante en el futuro, a pesar de la aparente obsolescencia. No obstante, todos los que estamos presentes seguiremos interesando a la educación pero con la necesidad de renovar nuestras funciones. Solamente un elemento permanecerá invariable: el profesor.
Tras estas palabras, Milan reflexivo se acerca a Bic Azul para disculparse y ambos entienden la necesidad de adaptarse a los tiempos, así como aceptar que su función en el aula va a depender siempre de la voluntad del profesor, la piedra angular de la enseñanza.